viernes, 13 de noviembre de 2009
Las Necesidades de las Ovejas - Audio
Las Ovejas son Miopes - Audio
Las Ovejas Necesitan de un Pastor - Audio
Ser Pastor no es facil - Audio
Lana, Leche y Carne - Audio
Un Pastor cuida a sus Ovejas
sábado, 12 de septiembre de 2009
Ponga a su gente a hacer algo, evite la ociosidad
El ocio es la madre de todos los vicios, esta era una frase que la escuche una y mil veces a mi maestra de primer grado y no se equivocaba, sobre todo porque encierra una gran verdad. Cuando se trata de los miembros de la iglesia, esta frase se aplica a las mil maravillas. En el oriente, los pastores que cuentan con grandes rebaños, saben lo importante que es, mantener a su rebaño pastando siempre. Una oveja que no tenga pasto para comer o rumiar, se vuelve ociosa y se sale del camino, abandonando el rebaño. Las ovejas necesitan estar ocupadas, si el pasto se acaba en determinado lugar hay que moverla a otro sitio para que coman y estén entretenidas, porque si no se hace puede ser muy peligroso para ellas.
Las ovejas ociosas y pueden hacer cualquier cosa perjudicial para su vida y en contra del pastor. Pueden dispersarse, tragase algo no digerible, perder en los acantilados, ser presa de depredadores, en fin una oveja sola desamparada y ociosa puede perder su propia vida. Por ello la importancia de que cada oveja tenga un pastor, las ovejas no se pueden cuidar solas, necesitan atención, vigilancia y cuidado. Los pastores no necesitan a las ovejas, son las ovejas las que necesitan un pastor. En nuestras iglesias hay personas que sin lugar a dudas se parecen mucho a las ovejas y ¿quien no?, hay hermanos quienes están ociosos siempre, solo vasta con darles una mirada y percatarse de ellos. Cuando una persona están desocupado buscara algo que hacer y si no lo encuentra estará molesta y cuando esta molesta aunque no lo diga criticara, el ocioso, el que no hace nada mirara, y mirara mas de la cuenta. No hay que desvirtuar que el pecado más terrible del rey David fue en sus momentos de ocio. La biblia dice, que en el tiempo que salen todos los reyes a la guerra, el se quedo en el palacio y por quedarse peco con Betsabé.
jueves, 13 de agosto de 2009
¿que hacemos con las ovejas rebeldes?
Lo más fácil para un pastor, que no pastorea, es deshacerse de las ovejas que el considera rebeldes o de los miembros que le hacen la vida imposible. Si Dios hiciera lo mismo con nosotros ya no estuviéramos aquí. Los pastores no debemos desprendernos muy fácilmente de las ovejas rebeldes, porque ellas guardan un gran secreto. Muchas veces somos muy ligeros en emitir juicios a priori con relación a una persona, que poco nos quiere hacer caso, pensamos que si nos deshacemos de ella, mantendremos el resto del rebaño saludable, sin contaminación, muchos piensan que es mejor quitar la manzana podrida que esperar a que infecte a las demás, puede que esto sea así, pero tanbien puede que perdamos a un buen líder y los buenos lideres son escasos. Somos muy ligeros en pensar que, quien no nos obedece es un rebelde que no se somete a nadie, mi a nada. Pero puede que estemos equivocados.
El pastor que se desprende de las ovejas problemáticas, es como se abandonar a sus hijos porque se portan mal. Ningún padre abandona a sus hijos, las ovejas no son diferentes a los hijos naturales, ellas tienen necesidades personales, además los hijos y las ovejas rebeldes tienen muchas cualidades aparte de ser esta visionarias son osados, se atreven a enfrentarse a las cosas que no les gustan o les molestan. Nadie es rebelde por nada, siempre hay un motivo para ello, les toca a los padres y a los pastores descubrirlos el ¿porque? Los psicólogos sabemos que los niños mas inquietos son los mas dotados, ¿no tendrán esta misma cualidad las ovejas? Pero lo que menos pensamos, es que esas persona alborotadoras tienen algo especial, son líderes naturales. Las personas que le hace la vida imposible a los pastores mueven gente, tienen carisma dentro de la congregación, no se les debe mirar como los enemigos públicos, ni degradarlos ni ridiculizarlos, puede que también sean llamados y se sienten encajonados buscando su espacio propio, los hijos cuando crecen quien hacer su propia vida, tener sus propia familia, un pastor no pude ser controlador, hay personas quienes le escuchan predicar y Dios los llama. Si el pastor lograra canalizar sabiamente la energía de los “rebeldes” estos, estarán más de su lado que en su contra, un padre amoroso siempre recibirá el cariño de sus hijos. Si, podemos comprender que las personas problemáticas generalmente son líderes en potencia, no pensaríamos siquiera en deshacernos de ella.
Un pastor astuto y con don de discernimiento lograr encausar a los hermanos problemáticos por el sendero de la perfección. Si una persona critica es porque esta preocupado de algo o por algo y es bueno saber porque. Las persona que nosotros pensamos que no funcionan, si se les coloca en un puesto determinado darán buenos resultados. Pero no hay que ponerlos en un puesto por maldad o para abandonarlos a su propia suerte y mucho menos para que se calle la boca y haber ver si demuestra lo que dice o critica, si hacemos esto nada estaremos haciendo. Muchas veces castigamos a los hermanos criticadores poniéndoles hacer eso que justamente cuestionan, como por ejemplo: crear un ministerio especial para ellos, al que molesta porque las lámparas no se encienden a tiempo, se le coloca entonces en “el ministerio de las luces”, ministerio, creado especialmente para él, donde a partir de ese momento en adelante al que se le criticara es a él, con tal de que las lámparas no estén encendidas a la hora indicada. Tal vez, es esto con mayor o menor intensidad, lo que muchos pastores hacen con las personas que buscan ser protagonista. Les dicen: - ¡ha¡ - ¿con que tú quieres trabajar para el Señor?, ven que yo te voy a poner a trabajar” y no lo ponen en puestos de honra sino de humillación. Lo que debe hacer el pastor es investigar la razón por la que el hermano actúa de tal manera. En nuestras iglesias asiste una cantidad increíble de personas que traen sus arrastre emocionales consigo, arrastres de inconformidad personal y que la depositan en la iglesia a modo de escape, muchos son gente increíble, intelectuales y profesionales que con una cita personal y dialogo se corrigen y nos podemos enterar de muchas cosas que le suceden dentro de sus vidas privadas y porque actúan como actúan y que lo reflejan posteriormente en la iglesia, afectando a otros que nada tienen que ver con sus conflictos internos. Pero para eso se es pastor, para atender gente a ovejas con todo y sus problemas, nuestro Señor Jesús dijo: no son los sanos lo que necesitan de un medico, sino los enfermos y eso es lo que abunda en nuestras iglesias, si nos desprendemos de todas las ovejas enfermas, nuestros templos quedaran vacíos.
viernes, 24 de julio de 2009
¿Pastores o Predicadores?
¿Quien es un predicador? ¿Quien es un pastor?
No es lo mismo ser un predicador que un pastor, aunque los pastores predican y muchos predicadores pastorean. Pero no necesariamente se tiene que ser un buen predicador para ser un buen pastor. Muchos buenos pastores no son buenos predicadores, aunque siempre hay sus excepciones, cuando un buen pastor se dirige a su congregación lo hace con amor y cariño, un buen mensaje es aquel que se elabora con la visual del auditorio y quien conoce a su gente, sabe lo que necesitan escuchar y aunque a un pastor no le salgan lindas palabras, lo que dice es suficiente para mantener a su rebaño saciado y en perfecto estado anímico, la voz de un pastor es la voz de un pastor y las ovejas la conocen y la siguen. La diferencia entre los buenos pastores y los predicadores está en que estos últimos pretenden pastorear desde el pulpito. Porque es mas cómodo y no requiere de mucha responsabilidad. Los verdaderos pastores viven con su rebaño, están cada día con ellos, atentos a los detalle de sus ovejas, el verdadero pastor huele a oveja. Un bonito sermón no basta para tener un rebaño saludable, el contacto físico es primordial. No hay nada más saludable para una oveja, que el sentir el abrazo de su pastor, y la mano tierna mirándole a los ojos.
Las personas saben distinguir muy bien entre lo genuino y lo fingido. La gente sabe cuando somos honestos con ellos, saben pesar sin que nos lo digan la verdad y la mentira. Un apretón sincero de manos o un abrazo al estilo de los osos es mucho más eficiente para los feligreses, que mil lindas palabras huecas desde el pulpito para explicar la hermandad y la koinonia. La gente sabe distinguir, conoce nuestro timbre de voz, sabe cuando estamos cansados, enojados, heridos, muchas veces no nos dicen, callan, pero lo saben. Lo mejor para un pastor y su gente es la sinceridad y si ha de predicar predique para su pueblo y no para ser visto por la gente. Es la gente la que necesita de un pastor y no un pastor de la gente. Si un pastor atiende a su rebaño les da lo que ellos necesitan, ese pastor no tendrá falta de nada, ni de leche, ni de abrigo, ni de carne y mucho menos de lana porque las ovejas, sin que él se lo pida, suplirán para todas sus necesidades
Tuve la oportunidad cuando empecé como joven predicador de convivir por más de un mes con un pastor que recién levantaba una iglesia en Costa Rica y comprendí a temprana edad que no es lo mismo ser un predicador que un pastor. En ese entonces yo era un simple predicador. Cada día me subía al pulpito y desarrollaba el mensaje con una unción y una elocuencia que a todos deslumbraba. Pero eso era todo. A la hora de la consejería, de la asistencia familiar, de las consultas personales a quien buscaban era al pastor y no a mi; a demás, yo no quería involúcrame con detalles personales de la nueva iglesia, pero pude ver como ese pastor, quien no era un elocuente ni elegante predicador, lograba levantar una de las más grandes iglesias del área. Yo aprendí, y me dije: no es lo mismo ser un pastor que un predicador.
El buen pastor tiene amor y aprecio por las almas, el simple predicador entrega su mensaje por compromiso y nada más. El buen pastor atiende a cada persona y oveja por separado, el simple predicador trata de resolver los problemas de todos desde el pulpito. El buen pastor cuando baja del pulpito se involucra con la gente, el simple predicador se encierra en la oficina o se marcha antes que concluya el servicio. El buen pastor saluda a todos sus miembros al terminar el servicio, el simple predicador sale a escondidas por la puerta de atrás. El buen pastor tiene tiempo de abrazar a su rebaño y tocarle la cabeza a los mas pequeños, el simple predicador solo quiere orar por ellos e irse. El buen pastor sabe donde viven sus ovejas, el simple predicador se enoja cuando las ovejas no vienen a su iglesia. El buen pastor busca las ovejas perdidas, el simple predicador busca nuevas ovejas. El buen pastor siempre suma o añade ovejas, el simple predicador resta ovejas porque va eliminado a todas las que el concidera que son rebeldes.
¿Qué somos pastores o arrieros?
viernes, 26 de junio de 2009
Ser pastor, no es lo mismo que Ser predicador
¿Qué es un predicador? ¿Quien es un pastor?
En nuestra segunda entrega, aremos una comparación entre estos dos, un pastor de vocación y un predicador elocuente.